"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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04/10/2008

Mi querida Linda.

Hoy os voy a presentar a "mi querida". Se llama “Linda”, es preciosa, y me tiene loco. Tiene unos ojos negros de borde plateado, y un cuerpo y un modo de andar que, sencillamente, me fascinan. La conocí en una revista, había una foto de ella que me cautivó al instante. ¡Que belleza! Desde que vi su fotografía sentí un irremediable deseo de conocerla personalmente. Raudo y veloz acudí a Jaén, y allí estaba: mirándome con esos ojos, sugiriéndome mil aventuras y diez mil deseos. Mi corazón se inflamó de amor por ella al instante, me cautivó, me sentí irresistiblemente atraído hacia esta belleza de criatura.

Como no, mi Linda se vino conmigo a casa. Luego le compré su ropita y la vestí, la maquillé, la limpie y la preparé. Quedó preciosa. Finalmente, ordené su “habitación” para que se sintiera cómoda.

Durante la semana hay que trabajar, pero cuando llega el fin de semana, sobre todo los domingos por la mañana (y algun que otro sábado tambien), siento terribles e insaciables deseos de estar con ella. Cuando me acerco a ella, por la mañana, la acaricio suavemente, y le pregunto: “Hola, Linda, estás preparada para otra aventura”? Y cuando la enciendo me responde con ese gruñidito silencioso, suave, pero a la vez potente que me fascina.

Cuando la monto el placer de navegar con ella es indescriptible.

Es muy clásica. Si la miro por encima me recuerda la silueta de una mujer. Y no le gusta hacerlo rápido, no; es clásica, dulce, seria y atrayente; a veces misteriosa. Tiene unas curvas de locura. De vez en cuando al excitarla ruge como una fiera; pero luego vuelve a su dulce sonar, elegante, silenciosa. Es mi gran amor de los fines de semana, mi gran pasión. Mi Linda, solo me proporciona buenos ratos y mejores satisfacciones. Mi mujer incluso siente algunas veces celos de ella; pero yo no puedo hacer otra cosa, es imposible luchar contra el destino. Me encanta mi moto. Mi Linda. ¡No me digais que no es preciosa!
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Saludos.
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P.D. Podeis haced click sobre las fotos para agrandarlas.

03/10/2008

De los estoicos, Schopenhauer y Borges.

La disposición del ánimo mediante la cual alcanzamos el equilibrio emocional, a través de la disminución de la intensidad de nuestras pasiones y deseos y la fortaleza del alma frente a la adversidad, y finalmente la felicidad se conoce como “ataraxia” (Ἀταραξία). Fue propuesta por estoicos, escépticos y epicúreos, hace más de dos mil años. La ataraxia es, por tanto, tranquilidad, serenidad e imperturbabilidad en relación con el alma, la razón y los sentimientos.

Según Epicuro, que nació en Atenas el 341 a. dC, aunque se crió en Samos, existen dos clases de deseos: los naturales necesarios, relacionados con la supervivencia, y los naturales no necesarios, que provienen de la cultura, la policita y de la vida social. La satisfacción de los deseos es lo que nos produce placer, que para Epicuro es lo que nos lleva a la felicidad, sin embargo existen placeres que son completamente vanos y que nos producen un dolor mayor que el placer inicial; estos placeres producen intranquilidad y deben ser evitados por la razón ya que nos alejan de la ataraxia. La filosofía es una vía hacia la ataraxia, ya que esta es considerada como la tranquilidad espiritual propia del sabio que distingue los deseos naturales de los que no lo son y es capaz de alejarse de aquello que es vano.

Para mis queridos estoicos, el objetivo es llegar a la ataraxia, y para ello el camino es la virtud, que consiste principalmente en adecuar los deseos propios a la racionalidad de la naturaleza aprendiendo a diferenciar las cosas que dependen de nosotros de las que no, ya que no tiene ningún sentido preocuparse por las segundas puesto que al hacerlo nos alejamos de la tranquilidad del alma. También es necesario para encontrar la ataraxia, eliminar los miedos a Dios y la muerte y no quejarse por las inclemencias del destino.

En el caso de los escépticos, que promulgan la suspensión de todo juicio a priori (porque para ellos, no existe ninguna verdad absoluta sino que todo depende del hombre y sus sentidos), para alcanzar la felicidad es necesario dudar de todo lo que al parecer se ha conocido hasta el momento, en tanto que no existe conocimiento objetivo, y luego conseguir la ataraxia, como serenidad e imperturbabilidad del ánimo.

Casi dos mil años después de lo anterior, en el S. XIX, una bomba sacude el mundo de la filosofía. Arthur Schopenhauer escribe su libro “El mundo como voluntad y representación”. En este libro único se expone la idea de que “el mundo es el autoconocimiento de la voluntad”. La obra persigue mostrar el enigma del mundo, que descifra como fundamento irracional, y alcanzar el sentido de la existencia, que revela como un sinsentido. El pesimismo en que concluye la concepción metafísica de Schopenhauer (la visión del dolor del mundo y de la miseria del existir) dejó una honda impresión en la creación artística, literaria y musical y filosófica de los S. XIX Y XX. En realidad, no se trata de un libro, sino dos gruesos volúmenes: uno escrito en sus años de juventud y otro en su época de madurez.
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En una primera, apresurada y superficial crítica, leí que a Schopenhauer se le acusaba de ser un pensador muy profundo pero pesimista. Luego comprendí el por qué. Y mas cuando leo en su obra: “Solo hay un error innato y es el de que existimos para ser felices. Mientras sigamos aferrados a ese error innato, corroborándolo mediante dogmas optimistas, el mundo nos parece plagado de contradicciones, pues a cada paso, tanto en lo grande como en lo pequeño hemos de experimentar que el mundo y la vida no están preparados para albergar una existencia feliz. Mientras que quien es incapaz de reflexionar solo se siente atormentado en la realidad, en quien piensa a este suplicio real se añade esta perplejidad: ¿por qué un mundo y una vida que existen para ser feliz en ellos responden tan mal a sus fines?" Y añade: “Desde luego a todos les gustaría alcanzar la bienaventuranza eterna y entrar en el reino de los cielos, mas no por sus propios pies, sino que les gustaría verse llevados allí por el curso de la naturaleza. Solo que esto es imposible, pues si bien la naturaleza nunca nos desamparará ni dejará que nos convirtamos en nada, nunca puede llevar a ningún otro lugar que no sea de nuevo la naturaleza. Por consiguiente, hay que considerar a la existencia como un extravío cuya redención es desistir del mismo”.

Estas razones en un primer momento me hicieron daño, fue como si me hubieran propinado, literalmente hablando, una botetada. Pero aquello fue un desafío para mi, y me propuse leer el libro entero cosa que conseguí. Y luego me alegré, pues cuando profundicé en su mensaje, lo comprendí muy bien y me dio paz. Shopenhauer tiene una prosa seductora unida a una energía contagiante y, ahí voy, dos mil años después defendía la ataraxia de los estoicos y la quietud oriental. Hay libros que deben de ser leídos, y creo que éste es uno de ellos. Desde que yo lo hice, no he dejado de recomendarlo.

No es sólo un libro para especialistas, no. Es un libro que nos habla del mundo, y para todo el mundo. Además, el libro es muy actual, y tiene infinitos adeptos, habiendo recolectado numerosísimos elogios. Hay infinitas pruebas de ello, por ejemplo, la conocida y enfervorizada pasión con la que mi admirado Jorge Luis Borges (para mi, además de un genio, uno de los grandes escritores en lengua española) defendió este libro de Shopenhauer que, decía Borges, "acaso, había llegado a descifrar el mundo".

¡Que frase! Cuando Borges lo dijo, por algo sería. Y desde luego, con ese magnífico aval ya me conformo.

Y se me ocurre otra cosa. Ya que hablo de Borges, y para terminar, me quedo con esta cita suya, que aplaudo y comparto, y que invita a la reflexión: “Yo descreo de la política no de la ética. Nunca la política intervino en mi obra literaria. Yo nunca he pertenecido a ningún partido, ni soy el representante de ningún gobierno…Yo creo en el Individuo, descreo del Estado… La idea de un máximo de Individuo y de un mínimo de Estado es lo que desearía hoy”.

Yo muchas veces pienso que quizás la paz del individuo no tenga su origen en el mundo, sino en nosotros mismos. Quizás busquemos fuera respuestas que solo existan dentro de nosotros. Quizás el Universo todo, además de fuera, se encuentre dentro de nuestra mente. Nos dejamos llevar por muchos estimulos exteriores, pero puede que el principal estimulo esté dentro de nosotros mismos. Pero, ¿lo sabemos?

Creo entender por qué Borges adoraba a Schopenhauer.
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02/10/2008

¿Jugais?

A estas horas de la noche de hoy me apetecería que fuera sábado (para no tener que madrugar al dia siguiente) y jugarme con vosotros unas partidas de cartas. Hace siglos que no juego, pero no estaría nada mal desempolvar viejas costumbres…!

¿Os apetece? ¿Que preferís, mus, tute, cinquillo, “hirley”, chinchón? ¿No? Bien, veamos…ya lo tengo, os propongo unas partiditas de póker. Este si que es un juego de estrategia, hay que intentar adivinar lo que hay en los ojos de los demás, estudiar tus propias ventajas, las debilidades del adversario y aprovecharse de ello, hay que tener nervios de acero. Se han escrito libros enteros sobre técnicas para jugar.

Por si las moscas, yo me pondré unas gafas oscuras, no sea que mis ojos me delaten. Y a ver quien de vosotros siempre pone cara de poker aunque no tenga nada. Claro, también los habrá que simulen cara de amargados, pero no me fio porque luego nos podemos llevar buenas sorpresas.

Y como en la mesa y en el juego se conoce al caballero, creo que mientras barajamos podemos echarle un vistazo a este video que he descubierto en Internet, sobre los tramposos. Vaya tela, que despiste más monumental debia de tener el de la izquierda, que bárbaro, no se enteraba de nada. Quizás es que estaba un poco cargado. ¡Y es que el póker no se lleva muy bien con la enología!






Si alguno/a tiene sed, en el mueble-bar puede servirse deliciosos caldos, ¡ejem!, pero cuidado, no vaya a terminar como el del video!

¿Qué, comenzamos?


01/10/2008

Recuerdos de Ekaterimburgo

Estamos en plena I Guerra Mundial (1.914-1.918). La Revolución Rusa de febrero de 1917 va a derrocar al zar y a instaurar un gobierno republicano presidido por Georgy Lvov y luego por Alexander Kerensky. El último Zar, Nicolás II, incapáz de controlar la situación, abdica sus derechos y los de su hijo en favor de su hermano Miguel IV de Rusia; el gran duque Miguel rechaza el ofrecimiento, dando así fin a la dinastía Romanov. Nicolás se deja detener sin ofrecer resistencia. Es confinado junto con su esposa e hijos en el palacio de Tsarkoe Seló, en las afueras de San Petersburgo, reteniendo algunos privilegios domésticos.

Alexander Kerensky, no es enemigo del Zar, incluso llega a apreciarle e intenta buscar su salida al extranjero, pero el nuevo gobierno de los soviets, prohibe su exilio; además tanto Inglaterra y Alemania como su aliada Francia ignoran los requerimientos de exilio. En agosto de 1917, temiendo un intento de asesinato, Kerensky exilia a los Romanov a Tobolsk, en Siberia. Antes de partir Kerensky previene a Nicolas: "Los soviets desean mi cabeza, después vendrán por Vd y su familia".

El primer ministro británico Lloyd George, a quien se ha solicitado asilo, declina la propuesta, así como los franceses, que no desean agravar la ya compleja situación política de Europa. Cuando en Octubre los bolcheviques, liderados por Lenin, derrocan al gobierno de Kerenski, ordenan el traslado de la familia imperial a Ekaterinburgo, que se halla bajo control del Ejército Rojo.

El 4 de julio de 1918, un escuadrón al mando de Yakov Yurovski relevó a la guardia de la casa, y el 13 de julio recibe la orden del Soviet de los Urales de ejecutar a toda la familia. Y así es. En la medianoche del 17 de julio de 1.918, el Zar junto con los integrantes de la familia son llevados al bosque de Ekaterimburgo, al sótano de la casa Ipatiev donde estan encarcelados, junto a algunos sirvientes cercanos, y son fusilados despiadadamente por 11 soldados. No todos mueren en el acto y varias de las hijas del zar son rematadas a golpes de culata y bayoneta, porque las balas chocan contra las joyas que esconden cosidas bajo sus vestidos. Los cuerpos son enterrados en dos ocasiones en lugares distintos, para no dejar rastro, después de que los soldados los rocien con ácido sulfúrico, pues al día siguiente, temiendo que el rumor sobre el fusilamiento indujera a recuperar los cuerpos, se ordena el traslado y destrucción de los cadáveres por fuego y ácido y arrojarlos a piques de otras excavaciones, ubicadas 12 km fuera de la ciudad, en la mina que se llama "los cuatro hermanos".
......
Han tenido que pasar 90 años, casi un siglo, para que el Presídium del Tribunal Supremo de Rusia por fin rehabilite al último zar, Nicolás II, y a su familia como víctimas de las represiones políticas por parte de los bolcheviques, que los fusilaron en 1918. Lo he leido en la prensa hoy. La sentencia emitida sí reconoce a Nicolás II, a su esposa Alejandra y a sus cinco hijos -las princesas Olga, Tatiana, María y Anastasía y el heredero de la corona, el zarevich Alexéi- como víctimas de represiones y dispone su rehabilitación, según las agencias rusas. El veredicto fue acogido con satisfacción por la Casa Imperial rusa, encabezada por la Gran Duquesa María Románova, residente en España y que reclamaba desde 2005 la rehabilitación del zar.

30/09/2008

Hasta siempre.

Se llamaba Brick. El solo pedía ayuda a una botella de whiksy siempre en su mano, emprendiendo así su gran evasión, su huida de todo: del trabajo, de los problemas reales, de sí mismo, y hasta de los brazos de su mujer. Es verano, y su mujer, Maggie, la gata sobre el tejado de Zinc, no lo soporta más, se vuelve felina, tierna, astuta, apasionada, hiriente, entre el vaho tórrido del verano en Mississipi, y un esposo que no deja de sentirse responsable de la destrucción de un ídolo, del querido amigo de la universidad, compañero de juegos, compañero de intimidades.

Tambien fue Eddie Nelson, en “el color del dinero”, antiguo campeón de billar. Vive retirado de todo ese mundo y se dedica a sus negocios de licores. Un dia, en una sala de juego conoce a Vincent, un joven tambien jugador de billar, que aun no ha encontrado todavía oponente y que siempre va a acompañado de su novia, encargada de las apuestas que se hacen sobre él. El guion del color del dinero es bastante sencillo, este chaval seria adiestrado por un retirado jugador de billar que le enseña como llegar a lo alto. Los dos se pican.
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Se metió en el pellejo de Butch Cassidy, en “Dos hombres y un destino”, junto a Sundance Kidd (Robert Redford), película que se basa en las aventuras reales de dos forajidos de principios del siglo XX, una mirada poética al mundo idealizado del viejo Oeste. Pocas veces el cine ha ofrecido una pareja de delincuentes más atractiva y divertida. Newman es el reflexivo, el que piensa, mientras que Reford es el arquetipo del lacónico héroe del Oeste que nunca utiliza dos palabras si puede decir lo que desea con sólo una. Juntos se dedican a robar bancos y asaltar trenes con tanta amabilidad y falta de competencia que resulta imposible no simpatizar con ellos. Newman se muestra espontáneo y atractivo.
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Y, como no, encarnó a Henry Gondorf, en “El golpe”, magistral película, (mi favorita) en la cual interpreta a un experto timador de guante blanco junto a Robert Redford (Johnny Hooker) que se mete en la piel del aprendiz joven y apasionado. Para la posteridad, además de una muy tarareada banda sonora, quedan escenas magistrales e inolvidables como el timo del correo a Lonnegan, o la famosa partida de póker en el tren en la cual actúa como un maestro poniendo nervioso y sacando de sus casillas al malvado Lonnegan, al que antes habia desplumado.



En definitiva, Paul Newman ha participado en 62 películas, seis de las cuales han sido dirigidas por él. El reconocimiento de Paul Newman como director por parte de la crítica se vio plasmado en 1969, cuando le otorgaron el Globo de Oro por 'Rachel, Rachel'. Contribuyeron al éxito sus años de experiencia como actor y el haber trabajado con los mejores directores; entre ellos, Alfred Hitchcock y Martin Scorsese.

Era uno de mis actores favoritos. Se nos fue hace cuatro dias, concretamente el pasado dia 26 de Septiembre. "Existe un punto en el que los sentimientos van más allá de las palabras", dijo Robert Redford, amigo del intérprete durante décadas y compañero de reparto en los filmes. "He perdido un amigo de verdad. Mi vida, y este país, han sido mejores por su mera presencia", agregó Redford.
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Son innumerables los elogios y pesares de sus compañeros de profesión. Pero me quedo con esta frase que consta en un comunicado hecho público por las tres hijas del actor: "fue un raro símbolo de humildad, era el último en reconocer que lo que hacía era especial". "Como él mismo decía, 'ha sido un privilegio estar aquí'".

Era una estrella aquí abajo. Ahora tambien lo es allí arriba. Hasta siempre, Paul.
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28/09/2008

Carta abierta a mi amigo Edgardo.

El comentario que nuestro amigo Edgardo hizo a mi post de ayer La soledad del Abogado, me ha movido hoy a contestarle. Como la contestación es algo larga, he pensado hacer un post sobre este tema. Lo haré en forma de carta abierta.

Mi querido amigo Edgardo:

En primer lugar, quiero agradecerte tus palabras de afecto y tus elogios hacia mi (que no merezco), al llamarme excelente persona. Gracias, insisto, por el buen concepto que tienes de mí. El sentimiento es reciproco, tu si que debes de ser, de veras, una excelente persona.

Ya añoraba yo esta pequeña batalla dialéctica amistosa que vamos a tener. Pero creo que lo que "prima facie" pudiera parecer un furibundo ataque a la abogacia por tu parte, yo no lo veo como tal. Yo solo contemplo la indignación de una buena persona de nobles sentimientos y de altas miras que observa situaciones asquerosamente injustas, y en consecuencia, habla con la justa indignación con que lo haces tu. Te comprendo. Y tranquilo, ni te has excedido ni me has ofendido, todo lo contrario: sabes que me gusta enormemente tu sinceridad. Además, yo voy por otro camino, sigo mi propia senda.

Sabemos de sobra que ninguna obra humana es perfecta. En este mundo en el que vivimos hay personas absolutamente bellas de corazón y de alma, y otros individuos despreciables. ¿Cierto? Pues en la Justicia, que al fin y al cabo tambien es obra humana, sucede lo mismo, hay de todo; Abogados con ética en su corazón que persiguen fines nobles, y otros que solo piensan con el interes y la codicia, que persiguen fines menos nobles, por decirlo benignamente.

Por tu comentario deduzco que has presenciado muchas veces juicios en tu pais, mi admirada Argentina. Ignoro como será el sistema judicial de allí, con lo cual en ese aspecto estoy completamente a oscuras. Por ello te hablaré del sistema español, que es el que conozco.

Efectivamente, la Ley es susceptible de tener diversas interpretaciones, y algunas veces es cierto que por un punto o por una coma el sentido puede cambiar totalmente. Pero te informo de que una de las fuentes del Derecho (y no por ello menos importante) es la Jurisprudencia, es decir, las Sentencias de nuestro Tribunal Supremo: o sea, la doctrina que de modo reiterado establece dicho Tribunal a la hora de interpretar y aplicar la Ley. Es decir, muchas veces los criterios de los Juzgados son muy diferentes y hay una gran disparidad de ellos; ante asuntos idénticos es muy posible que un Juez de Lérida no piense lo mismo que uno de Cádiz; si apelamos, vamos a las Audiencias Provinciales, que ya van unificando criterios; y de allí al Tribunal Supremo, que ya fija un criterio único para todo el país, quiero decir, en cuanto a la “interpretación” que hay que hacer de la Ley, y que luego vincula a todos los Tribunales. La pirámide jerárquica es esta: Juzgados de 1ª Instancia – Audiencias Provinciales – Tribunal Supremo. Ello reduce sensiblemente las diferentes interpretaciones a las que podemos acogernos para conseguir los fines que pretendamos (nobles o mundanos). Si algún Abogado me dice que el articulo X de tal cuerpo legal permite “tal cosa”, yo le contestaré inmediatamente diciendo que nuestro Tribunal Supremo tiene dicho reiteradamente todo lo contrario.

En nuestro derecho hay una llamada general a la buena fe. Articulo 7 del Codigo Civil español, te lo cito literal: “1. Los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe. 2. La Ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial del mismo. Todo acto ú omisión que por la intención de su autor, por su objeto, o por las circunstancias en que se realice sobrepase manifiestamente los limites normales del ejercicio de un derecho, con daño para tercero, dará lugar a la correspondiente indemnización, y a la adopción de las medidas judiciales o administrativas que impidan la persistencia en el abuso”.

Hablas también, estimado amigo, de que muchos abogados con insuficiente prueba o sin testigos, usan de su pericia para armar una causa y una prueba. Permiteme que te diga que en España, el que pretende algo, el que tiene una pretensión, ha de probarlo; el “onus probandi” impone al actor la carga de probar los hechos constitutivos de su pretensión, y ha de probarlo cumplidamente; y los jueces no son tontos, saben cuando hay prueba consistente y solida, y cuando la prueba es vana como una cortina de humo. Además, no se admite toda prueba, los medios de prueba estan tasados, pues básicamente hay cuatro: documentos, testigos, interrogatorio de la parte, pericial. Y un quinto: las presunciones, que consisten en deducir un hecho consecuencia de un hecho base, pero, ojo, siempre que el hecho base esté plenamente probado. Si no la presunción no funciona.

Y en cuanto a la culpabilidad o inocencia, aquí en España la “presunción de inocencia” impone al Juez la obligación de absolver al encausado ante el más mínimo asomo de duda. Para enervar (destruir) la presunción de inocencia, tiene que haber prueba de cargo sólida, muy basada, en base a la cual el Juez llega a la absoluta convicción o certeza de la culpabilidad de esa persona. Insisto: ante el más mínimo asomo de duda razonable, se impone la absolución. Es una practica común que se base en este aforismo: “Ante la duda, más vale absolver a un culpable, que condenar a un inocente”. Ese axioma es utilizado constantemente en nuestros Tribunales a traves de millones de Sentencias. Constantemente. Ya lo decia Cervantes: que en caso de duda había que optar por la misericordia, “…pues no es mejor la fama del Juez riguroso que la del compasivo”. La ley cuida de perseguir al delincuente: pero le preocupa, aún más, salvaguardar al inocente.

Y si una persona carece de medios económicos para litigar, la Ley no se olvida de ella. La Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita, y su Reglamento, aprobado por Real Decreto 996/2003, de 25 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de asistencia jurídica gratuita, permiten que la persona económicamente débil pueda gozar de los mejores medios y Abogados hasta agotar las máximas instancias judiciales, es decir, puede llegar hasta el Tribunal Supremo.

Si el asunto no sale como esperas, siempre puedes recurrir a la Audiencia Provincial, y de allí al Tribunal Supremo. Hay medios de defensa.

En cuanto a la corruptela consistente en los fraudes y las argucias que muchos Abogados usan en la practica ante los Tribunales, permiteme que te transcriba el Art. 247 de la Ley de Enjuciamiento Civil española, que regula la practica de los Tribunales, y que se refiere directamente a nosotros, los Abogados: "1. Los intervinientes en todo tipo de procesos deberán ajustarse en sus actuaciones a las reglas de la buena fe. 2. Los tribunales rechazarán fundadamente las peticiones e incidentes que se formulen con manifiesto abuso de derecho o entrañen fraude de ley o procesal. 3. Si los tribunales estimaren que alguna de las partes ha actuado conculcando las reglas de la buena fe procesal, podrá imponerle, de forma motivada, y respetando el principio de proporcionalidad, una multa que podrá oscilar de 180 a 6.000 euros, sin que en ningún caso pueda superar la tercera parte de la cuantía del litigio. Para determinar la cuantía de la multa el tribunal deberá tener en cuenta las circunstancias del hecho de que se trate, así como los perjuicios que al procedimiento o a la otra parte se hubieren podido causar. 4. Si los tribunales entendieren que la actuación contraria a las reglas de la buena fe podría ser imputable a alguno de los profesionales intervinientes en el proceso, sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, darán traslado de tal circunstancia a los Colegios profesionales respectivos por si pudiera proceder la imposición de algún tipo de sanción disciplinaria."

Que tengan cuidado los Abogados incompetentes o poco serios, pues he aquí el articulo 467 de nuestro Código Penal: "1. El abogado o procurador que, habiendo asesorado o tomado la defensa o representación de alguna persona, sin el consentimiento de ésta defienda o represente en el mismo asunto a quien tenga intereses contrarios, será castigado con la pena de multa de seis a doce meses e inhabilitación especial para su profesión de dos a cuatro años. 2. El abogado o procurador que, por acción u omisión, perjudique de forma manifiesta los intereses que le fueren encomendados será castigado con las penas de multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para empleo, cargo público, profesión u oficio de uno a cuatro años. Si los hechos fueran realizados por imprudencia grave se impondrán las penas de multa de seis a doce meses e inhabilitación especial para su profesión de seis meses a dos años."
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Además, el cliente puede denunciarlo ante su Colegio Provincial, y el Abogado tendrá que dar explicaciones de su actuación.
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En cuanto a los Jueces, te ruego que le eches un vistazo a estos textos legales de nuestro Código Penal, que son un serio aviso para los jueces que se equivocan “sin querer”, o “queriendo”: "Artículo 446: El Juez o Magistrado que, a sabiendas, dictare sentencia o resolución injusta será castigado: 1º) Con la pena de prisión de uno a cuatro años si se trata de sentencia injusta contra el reo en causa criminal por delito y la sentencia no hubiera llegado a ejecutarse, y con la misma pena en su mitad superior y multa de doce a veinticuatro meses si se ha ejecutado. En ambos casos se impondrá, además, la pena de inhabilitación absoluta por tiempo de diez a veinte años.2º) Con la pena de multa de seis a doce meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis a diez años, si se tratara de una sentencia injusta contra el reo dictada en proceso por falta.3º) Con la pena de multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de diez a veinte años, cuando dictara cualquier otra sentencia o resolución injustas. Artículo 447: El Juez o Magistrado que por imprudencia grave o ignorancia inexcusable dictara sentencia o resolución manifiestamente injusta incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de dos a seis años. Artículo 448: El Juez o Magistrado que se negase a juzgar, sin alegar causa legal, o so pretexto de oscuridad, insuficiencia o silencio de la ley, será castigado con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a cuatro años. Artículo 449: 1. En la misma pena señalada en el artículo anterior incurrirá el Juez, Magistrado o Secretario Judicial culpable de retardo malicioso en la Administración de Justicia. Se entenderá por malicioso el retardo provocado para conseguir cualquier finalidad ilegítima. 2. Cuando el retardo sea imputable a funcionario distinto de los mencionados en el apartado anterior, se le impondrá la pena indicada, en su mitad inferior."
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Pero no solo son palabras escritas: ¡afortunadamente se cumplen! Con frecuencia, salen a la luz pública casos de Abogados que han ido a prisión, y de jueces expulsados de la carrera judicial, y es bueno que la maquinaria de la justicia se purgue y expulse de su seno a sus miembros putrefactos, o poco preparados. Me parece perfecto.
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Equivocarse se puede equivocar cualquiera. Pero equivocarse a conciencia, o por un soberano despiste es absolutamente odioso y asqueroso. Deduzco que en tu país has presenciado juicios que han dado lugar a situaciones injustas, situaciones que hacen que te hierva la sangre, con culpables en la calle e inocentes en la cárcel. Deduzco que tu comentario proviene del entorno que has visto. Te comprendo bien, y aplaudo tu enojo ante estas situaciones. A los abogados de los que hablas en tu comentario los llamas “cuervos”. Yo voy a utilizar un adjetivo mas duro: “lobos carroñeros”. Astutos y perversos, sin el más mínimo asomo ético, y siempre actuando en fraude de Ley. Y puede que de vez en cuando encuentren a algún juez incauto que caiga en sus redes. Bueno, estoy de acuerdo contigo en que hay que huir de ellos como de la peste, y procurar que todos ellos acaben donde deben de estar: en la cárcel, o al menos expulsado de su Colegio. Una vez vi en un juicio a un abogado que le preguntaba a su cliente, y que no hacia sino guiñarle los ojos para que contestara en uno ú otro sentido. Cuando el juez se dio cuenta, el “regaño” que le echó fue humillante, y se lo tenia merecido. Aquí en España lo tendrian mucho más difícil: "Art. 6 del Código civil. Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario al mismo, se considerarán realizados en fraude de ley y no impedirán a debida aplicación de la norma que se hubiera tratado de eludir”.
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Es lógico sufrir ira ante tales injusticias. Reitero que te comprendo. Este comentario tuyo, me reafirma aún mas en la necesidad que tiene el mundo de buenos abogados, de profesionales con ética, con principios morales.
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En cuanto a las situaciones que denuncias en tu comentario, me dices, con razón: “yo no creo en este tipo de Justicia”. Bien, estamos de acuerdo: yo tampoco creo en ese tipo de Justicia. Yo creo en la OTRA Justicia: la que entre todos debemos ayudar a construir.
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Edgardo, déjame que te diga una cosa: si yo no fuera Abogado, que lo soy, no buscaria al “mejor”, o “mas brillante”, no: buscaría al más noble, porque sabría que ese no me iba a engañar. Además, los jueces, tras ver muchos casos, tienen algo así como Rayos X en los ojos, y conocen perfectamente, al menos en la mayoría de las ocasiones, quien va con la verdad y quien con la mentira. En esta sociedad tan decadente las profesiones se han visto invadidas por multitud de mercenarios que todo lo hacen por dinero. Por culpa de ellos, la labor de los grandes profesionales se ve ensombrecida pues desvirtúan lo que hacen. Además muchos trabajan para defender a políticos de “dudoso” cuño, y lo hacen recurriendo a todos los trucos, jugando con los plazos y siendo pagados con fortunas ingentes provenientes de las arcas públicas. ¡esos no han hecho más que ensombrecer a una noble y necesaria profesión!
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No cometas el error de tomarte la parte por el todo.
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Ademas, te digo: en esta profesión mía, un recien llegado te puede ganar si lleva razón, y a mi me pasó una vez, y aprendi la lección; y del propio modo yo he vencido a otros abogados con una experiencia de 40 años. La experiencia no lo es todo: hace falta tener razón. Aunque siempre la experiencia es un grado, aquí no gana el astuto: normalmente gana el que tiene la razón.
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La Justicia en en si es algo bueno y noble, querido amigo. Ulpiano y Gayo –juristas romanos, que son los que inventaron nuestro derecho- decían que la Justicia es el “ars boni et aequi”, es decir, el arte de lo bueno y de lo justo. Es como un caudal bueno, que hay que administrar. Si cogemos a un buen administrador todo irá bien. Si cogemos a un perverso ira mal, abusará: lo que hay que hacer es echarlo a la calle y buscar otro. Otra vez, y de nuevo, son los hombres los que la hacen menos buena. Y el hecho de que haya abogados o jueces indeseables con fines ilícitos o poco preparados (afortunadamente son los menos aquellos y éstos, lo que sucede es que hacen mucho ruido, porque la prensa gana dinero vendiendo grandes titulares), no debe de hacer que pierdas la fe en la Justicia.
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Desde luego, si todo el mundo fuera noble, justo, pagara sus deudas y no cometiera crímenes, mi profesión no existiría, yo seria medico, arquitecto, o acaso fontanero o electricista, pero no lo que soy. Por eso la función del Abogado es importante, pues si no esto seria el caos: el juez dictará Sentencia en su momento, pero el primero que ya se ha estudiado el asunto es el abogado. Y sí; como bien dices la misión del abogado consiste en “abogar”, esto es, argumentar al juez, intentar convencerlo de que lleva razón. Claro que si. Pero no puede hacerlo de cualquier manera: tiene los límites que antes te he expresado, y por imperativo legal, está vinculado, por Ley, a la buena fe.
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Al fin y al cabo la justicia es administrada por personas, por seres humanos, débiles e imperfectos, como todos, que se pueden equivocar. Cada uno es hijo de sus obras. Y en alguna ocasión se pueden producir situaciones injustas que todos lamentamos. Pero el hecho de que hayas conocido a “pajarracos” de este tipo, no debe de hacerte perder la fe en que hay muchos, muchísimos buenos profesionales que luchan día a día porque las cosas sean como deben de ser: claras, a la luz de la ética y de la moral.
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Ya les llegará su hora a esos “pajarracos”. Ademas, te recuerdo que el que decide es el Juez. Si un abogado llega con trucos y artes y trata de convencer al juez de sus postulados, habrá que ver por qué el juez se ha dejado seducir; el abogado aboga, argumenta, pero quien decide es el juez, y es éste el que ha de ser consciente de lo que hace. Un ejemplo simple: si uno va a tu casa a robarte, por la noche, y tu, que lo puedes evitar, en vez de darle dos bofetadas sigues durmiendo y lo consientes, ¿de quien es la culpa? De el, por ladrón; pero sobre todo tuya por consentirlo.
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Es como el que tiene un magnifico coche, un Mercedes o un BMW ultimo modelo, y luego buscan a un conductor patoso que no sabe llevarlo. No hemos de decir: “vaya porqueria de coche”, sino “vaya porquería de piloto”. El vehiculo en si es magnifico; solo necesita de un buen conductor. ¿Y con los medicos? Idem eadem idem: el hecho de que haya “matasanos”, para los cuales el paciente es un simple “numero”, y que no se esfuerzan por usar su “lex artis” para curarlos, el hecho de que existan muchos “personajillos” de este tipo, no me hace perder mi fe en la profesión medica en general: hay grandes profesionales, con vocación auténtica, que se desvelan día y noche por la salud de sus pacientes, o al menos lo intentan de buena fe y con todos los medios de que disponen. No me parece justo que paguen justos por pecadores.
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Otra cosa distinta es que la Justicia, “in abstactum”, sea, que muchas veces lo es por desgracia, la “cenicienta” de los tres poderes del Estado (legislativo, ejecutivo, judicial). En todos los paises, mientras mas alto miras, mas confusion puede haber, más judicialización de la politica, o politización de la Justicia, y otras cosas cuya mera posibilidad me trastorna; y creo que es un noble anhelo el aspirar a que la linea de separación entre estos dos poderes esté bien definida. Pero eso seria materia de otro post.
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Siempre es un placer hablar contigo.
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Recibe, como siempre, un FUERTE ABRAZO.
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